jueves, 30 de noviembre de 2023

Conocimiento Didáctico e Identidad Docente

La identidad del docente (enseñante, maestro, profesor, educador, formador, instructor, orientador, tutor, supervisor, entrenador, gestor del aprendizaje) viene definida por su conocimiento didáctico. La finalidad de dicho conocimiento es fundamentar la competencia de gestionar situaciones comunicativas, orientadas al aprendizaje valioso para el desarrollo de la persona y el progreso sostenible de la sociedad.

Así pues, a fin de construir una identidad profesional docente, en primer lugar, es necesario comprender que el conocimiento didáctico es el conocimiento sobre un tipo específico de comunicación que se llama “comunicación didáctica” o “comunicación pedagógica”. Sin embargo, no se trata del mismo concepto.

Comunicación pedagógica es un tipo de interacción humana natural que posibilita el resurgir de un tipo de persona y un tipo de sociedad, es decir, es un proceso de captación de valores que permiten el desarrollo del ser humano y el progreso de la sociedad. A las situaciones, o fenómenos, de comunicación pedagógica se llama “educación”. Por lo tanto, el conocimiento pedagógico es un conocimiento que genera teorías sobre la educación (modelos comunicativos en valores), prácticas educativas (patrones de acción éticos) y pensamiento crítico (evaluación y reflexión sobre las teorías y las prácticas educativas, para proponer cambios de mejora ).

Por su parte, la comunicación didáctica es un tipo de comunicación pedagógica, que se explica seguidamente. El conocimiento didáctico, etimológicamente, se sitúa en el significado de la palabra griega “didaktiké”, que proviene de “didáskein” o “didaskalia”, esto es, “enseñar” o “enseñanza”. Por consiguiente, el conocimiento didáctico es un conocimiento sobre un tipo de comunicación pedagógica que se llama “enseñanza”. Así pues, enseñanza es un modo específico de teorizar, hacer y pensar críticamente la educación.

Pero, ¿en qué consiste esa especificidad de la enseñanza con respecto a la educación ?

En primer lugar, etimológicamente enseñanza proviene de la palabra latina “insigno” o “insignare”, que significa mostrar con signo, dar significado, comunicar, señalar, distinguir… Además, está asociada a otros conceptos afines como formación, instrucción o procesos de enseñanza-aprendizaje, que suelen ser sinónimos, aunque con matices contextuales. En conclusión, enseñar es promover el aprendizaje de valores de un modo sistemático, formal estructurado, intencionado, planificado, flexible y autorregulado.

Así pues, la comunicación didáctica es un tipo de comunicación pedagógica, donde se crea una estructura de elementos interconectados (docente, alumnado, contexto, objetivos, contenidos, metodología recursos, evaluación), que inducen comportamientos convencionales, imprimiendo secuencialidad y orden a las conductas, emociones y pensamientos. Todo ello, para alcanzar finalidades valiosas expresas de aprendizaje, cuyos logros se planifican en un diseño, adaptable en la práctica, y susceptible de evaluación para su mejora.

Por lo tanto, conocimiento didáctico es conocimiento sobre la enseñanza (tal y como se ha definido) cuyo rango epistemológico (cómo se construye el conocimiento didáctico) es científico. Dicho de otro modo, el conocimiento didáctico es un conocimiento científico porque cumple los siguientes criterios: 1) tiene un objeto de estudio único, este es la enseñanza; 2) crea estructuras comunicativas humana con criterios de evaluación (permite el contraste), estructuras que están determinadas por su necesidad de aplicación en la sociedad (resuelve problemas de sostenibilidad);  3) presenta un bagaje de conocimientos desde la Época Griega. Además, la Didáctica cumple un último criterio que la caracteriza como científico, este es, que en la actualidad se hace investigación didácticas, focalizada en temas de interés global, estos son los desarrollos de herramientas y métodos comunicativos eficaces para guiar el aprendizaje humano hacia metas de progreso social, ecológico y personal de un modo integrado (sostenibilidad)  

Para delimitar con más exactitud el conocimiento didáctico es necesario contextualizar la Didáctica en el campo de las Ciencias de la Educación o Pedagogía. Como se ha mencionado la Pedagogía se ocupa de la educación, así pues, existe un elenco de disciplinas que estudian los fenómenos comunicativos humanos, llamados “educación” estas son: historia de la educación, educación comparada, filosofía de la educación, antropología de la educación, sociología de la educación, política de la educación, neurología o biología de la educación, diagnostico o evaluación educativa, investigación educativa...Estas disciplina estudian al ser humano en situaciones educativas desde perspectivas diferentes. 

Por otra parte, se ha identificado el campo científico de la Didáctica que se ocupa de un tipo específico de comunicación pedagógica que se llama “enseñanza”. Por lo tanto, por ser la enseñanza un tipo de educación, las diferentes perspectivas mencionadas anteriormente, deben ser tenida en cuenta por la Didáctica de un modo global, cuando genera sus propios modelos teóricos, prácticos y evaluativos. 

De la enseñanza también se ocupa otras disciplinas como la organización escolar y la didáctica de la educación especial. Estas disciplinas se caracterizan porque su objeto de estudio es una parte o una concreción del objeto de estudio de la Didáctica. Así pues, la organización escolar se interesa los recursos humanos y materiales, espacios y requisitos administrativos de la enseñanza derivados delas políticas educativas desde un perspectiva crítica. Por su parte, la didáctica de la educación especial se ocupa de los problemas en la enseñanza, es decir, prevención e intervención en aquellas situaciones comunicativas didácticas donde no se produce aprendizaje.

De aplicar los principios científicos de la Didáctica a contenidos concretos surgen disciplinas como: didáctica de la música, didáctica de las matemáticas, didáctica de las ciencias de la naturaleza, didáctica de la educación física, didáctica de las artes plásticas, didáctica de las ciencias sociales…A su vez, estas disciplina generan conocimiento sobre como se concretan dichos principios generales en esos contenidos concretos, generando otros principios que pueden enriquecer los conocimientos de la Didáctica. 

Por último, destacar que la Didáctica comparte con la Pedagogía los fines del presente milenio, estos son: 1. La desmitologización de las dimensiones integrales del hombre en sentido filosófico, frente al reduccionismo materialista. 2. La reflexividad, usando la racionalidad lógica sin prejuicios ideológicos, para formara seres libres. 3. La interacción intersubjetiva entre los humanos, mediante relaciones de apertura al otro. 4. La dignidad universal del ser humano que hace posible la igualdad, frente a la homogeneidad alienante. 5. La construcción de un identidad individual y colectiva, la cual se fundamente en lo que se comparte, respetando las diferencias positivas; y denunciando dominios, manipulaciones y sumisiones.

En definitiva, el conocimiento didáctico, que es conocimiento sobre un tipo de comunicación pedagógica muy específico, que se llama “enseñanza”, es el que determina la identidad profesional del docente. La Didáctica comprarte, pues, con la Pedagogía su carácter teórico, práctico y crítico, y sus finalidades. Si embargo, se caracteriza por su sistematicidad, formalidad, estructura, intencionalidad, planificación, flexibilidad y autorregulación, que le imprime un rango científico. La identidad profesional docente se construye ejercitando en la competencia de gestionar las situaciones comunicativas de enseñanza con criterios científicos.

Para pensar

¿Para qué se necesita construir una identidad docente? ¿Cómo se construye esa identidad?

Para profundizar

Day, C. (2014). Pasión por enseñar: la identidad personal y profesional del docente y sus valores (5a ed.). Narcea.


lunes, 14 de noviembre de 2022

Alfabetización en el Lenguaje de Imágenes: Método de Lectura de Imágenes

La sociedades actuales priorizan el lenguaje de imágenes en la comunicación entre sus ciudadanos a través de la publicidad, redes sociales, televisión, juegos, moda…, usando la tecnología digital. La digitalidad utiliza este lenguaje (apoyado por otros lenguajes), para crear un aparato de divulgación ideológica que, muy eficazmente, estabiliza en las nuevas generaciones emociones comunes. Estas emociones, siempre están asociadas a conocimientos y comportamientos que favorecen el funcionamiento del sistema político-económico (es decir sus valores y antivalores).

Por lo tanto, la educación en todos los niveles debería asumir la responsabilidad de enseñar el lenguaje de imágenes (alfabetización visual); y, así, capacitar a la ciudadanía en la interpretación crítica (o competencia para diferenciar los valores de los antivalores) en los mensajes visuales, que inundan e invade los medios de comunicación global. En definitiva, la alfabetización en el lenguaje de imágenes es esencial tanto para el desarrollo libre de la persona (frente a los poderes políticos-económicos) como para propiciar su contribución a la mejora de la sociedad (elaborando mensajes originales que expresen valores propios).

La alfabetización en el lenguaje de imágenes exige identificar los símbolos y signos que componen la imagen y sus reglas de decodificación. Para ello, es importante reflexionar sobre que es una imagen y sus las características, los aspectos formales de la imagen; y los elementos denotativos y connotativos de la imagen.

1.- ¿Qué es una imagen? Es un conjunto de elementos organizados intencionalmente que significan un significante, es decir, se refieren, o representan, otra realidad diferente a la realidad de la imagen. La imagen presenta las siguientes características:

1.1.- Icónica o abstracta. Una imagen es icónica cuando reproduce, fielmente, el significante (por ejemplo, el retrato de una persona real). Es abstracta cuando significa algo que no es representado de forma transparente (por ejemplo la paloma para referirse a la paz), en este caso se dice que el significante es conceptual, o simbólico.

1.2.- Compleja o sencilla. Se considera que una imagen es compleja, cuando presenta mas de cuatro elementos que difieren en color, forma, textura… y, además, no se puede observar toda la imagen en una sola dimensión máxima de atención. Esta característica viene determinada por el número de elementos de la imagen y su composición.

1.3.- Universal o estereotipada. Una imagen es universal cuando muestra valores atemporales, por lo que también se considera una imagen original con respecto al contexto histórico en el que se produce. Una imagen es estereotipada cuando reproduce los patrones estéticos-éticos (positivos y negativos) del momento histórico, por lo tanto, reproduce la ideología que sustenta el régimen político-económico en el que se produce la imagen.

Establecido el contexto de la decodificación de la imagen se avanza identificando aquellos elementos visuales que impacta en el cerebro humano, por lo tanto son elementos que concentran la atención del observador, induciendo determinadas operaciones mentales y produciendo emociones concretas. Estos se describen seguidamente:

2.- Elementos formales de la imagen. Son rasgos que dirigen la mirada del observador de la imagen. Estos producen sensaciones cerebrales a los que la mente asigna un significado, causando una emoción. Los elementos formales son los siguientes:

2.1.- La intensidad de la imagen. Se refiere al tamaño, el brillo, la fuerza de los trazos o colores. La diversidad de sensaciones producidas por este elemento se traducen en significados emocionales también diversos. La alta intensidad excita y activa a la persona; la baja intensidad relaja y retrae.

2.2.- El contraste físico, psicológico o social de la imagen. Se refiere a aquellos elementos desubicados con respecto al contexto de la imagen, que puede despertar emociones de curiosidad, concentración, intriga…

2.3.- El camuflaje de la imagen. Se refiere a la ocultación del objeto, la persona, la idea, el comportamiento, el sentimiento... que, sin embargo, se sugiere en la imagen. Al igual que el contraste promueve emociones de incertidumbre y ambigüedad.

2.4.- Repetición de elementos de la imagen, como colores, objetos, texto, formas, gestos… produciendo emociones de importancia y necesidad de retención.

3.- Elementos denotativos de la imagen. Son signos y símbolos visuales que producen sensaciones con un significado evidente. Estos se describen seguidamente.

3.1.-El punto. Este elemento siempre tiene fuerza de atracción sobre el acto de observación, y cuando se coloca en el centro visual de la imagen, por encima del centro geométrico, produce emoción de equilibrio.

3.2.-Dos puntos, o más, conducen la mirada e incita en la mente operaciones de medición de distancias, de agrupación, de creación de figuras; causando emociones de ritmo, movimiento….

3.3.-La línea. Este elemento atrae y conduce la mirada porque es un punto en movimiento. Las líneas paralelas marcan el horizonte de la imagen, cuando se sitúan en el tercio superior de la misma. Las líneas del horizonte produce la emoción de orden.

3.4.-Las diagonales de la imagen. Suelen ser líneas imaginarias que el observador traza sobre la imagen. La línea de fuerza es la que se visualiza desde la esquina derecha de la imagen hasta que intersecciona, en la parte derecha de la imagen, con la línea que marca el horizonte, o con un punto fuerte. La línea de interés se marca de izquierda a derecha en las mismas condiciones. Estas líneas conducen la mirada y atraen la atención hacia los elemento situados en las mismas, por lo que se priorizan las emociones éticas y/o estéticas que producen dichos elementos.

3.5.-Los planos. El plano de una imagen es la relación que existe entre el espacio que ocupa la imagen del objeto o sujeto y la superficie total del encuadre que se ha elegido. Los tipos de plano son: gran plano general, plano general, plano general corto, plano tres cuartos (americano), primer plano, plano detalle. Cada tipo plano centra la atención sobre determinados elementos de la imagen, según la intención emocional, ética y estética, del autor.

3.6.-La angulación se refiere a la posición desde donde se crea la imagen, puede ser neutra, picado, contrapicado, cenital... Igualmente, este elemento expresa las intenciones emocionales éticas y estéticas del autor.

3.7.-La simetría en la imagen se refiere a la organización de la misma en partes iguales, pero contrapuestas según ejes axiales o radiales. Este elemento inducen emociones de orden y esfuerzo.

3.8.-La sección aurea es una proporción presente en la naturaleza por esto se llama, también, proporción divina. Esa proporcionalidad se identifica cuando la representación de los objetos o seres o personas cumple los siguientes criterios: la parte más pequeña es a la parte mayor, como la parte mayor al todo. La disposición de una imagen según esta proporcionalidad induce la emoción de la armonía.

3.9-La luz de la imagen son los elementos que crean brillo y sombras. Esta puede ser natural o artificial. La luz artificial puede ser directa o difusa. Se puede utilizar de un modo realista o efectista. Según la dirección puede ser frontal, lateral, o contraluz. Según la altura puede ser cenital (desde arriba) o contrapicado (desde abajo). Puede combinarse varios puntos de luz. Con la luz se resaltan colores, se crean volúmenes y se destaca la profundidad o los espacios abiertos. La luz refuerza las emociones estéticas y éticas que el autor pretende suscitar.

3.10.-El color. Los diferentes colores que se utilizan en una imagen producen significados diferentes dependiendo de la cultura y el contexto, por ejemplo: el azul produce emociones de tranquilidad, frescura, profundidad, seriedad…

4.- Elementos connotativos de la imagen. Se refieren, tanto a las combinaciones de signos y símbolos como a la información sobre su proceso de creación. Los elementos de connotación permiten descubrir el significado figurado de la imagen, relativo a las emociones que suscita, siempre asociadas a unos valores o antivalores. Son elementos connotativos los siguientes:

4.1.- El trucaje en la imagen. Se refiere a las manipulaciones de la iconicidad de la imagen.

4.2.-La expresión facial y postura de los sujetos en la imagen

4.3.-Colocación, composición y/o simetría de los diferentes objetos, creando totalidades.

4.4.-La iluminación y el color que crean atmósferas determinadas.

4.5.-El plano y la angulación que resaltan la información, el realismo, la objetividad, la valorización…de determinados elementos.

4.6.-El texto de la imagen puede tener una función: a) de anclaje (reforzar la emoción, o mensaje, de la imagen); b) de relevo (completar las emociones, o mensaje, de la imagen).

4.7.-Antecedentes de la imagen. La información sobre quien ha hecho la imagen, por qué se ha hecho esa imagen, por qué se ha decidido poner esa imagen en ese lugar… permite una mejor interpretación de la misma, por cuanto revela las intenciones del autor.

Sin duda, aprender el proceso de decodificación visual que ha sido descrito, exige el diseño de un proceso de enseñanza, aplicando un método. Este método puede seguir las siguientes fases:

Fase I. Seleccionar una imagen y consultar información básica sobre el lenguaje de imágenes, observando detenidamente la imagen.

Fase II. Hacer una descripción de la imagen por escrito con la siguiente estructura: 1.- Características de la imagen. 2.- Aspectos formales de la imagen y su significado emocional. 3.- Elementos denotativos de la imagen y su significado emocional.

Fase III. Contrastar grupalmente el contexto, los aspectos formales y los elementos denotativos de la imagen compartiendo los significados individuales.

Fase IV. Hacer una interpretación crítica individual de la imagen por escrito con la siguiente estructura: 1. El autor de la imagen y condiciones de su producción. 2.- Elementos connotativos de la imagen y su interpretación valorativa (sentimientos, conocimientos y comportamientos, tanto positivos como negativos, que se infieren de la imagen). 3.- Síntesis de los valores estéticos y éticos captados con la imagen.

Fase V. Contrastar colectivamente, los valores y antivalores captados en la imagen y concluir con nuevas interpretaciones, diferentes a las realizadas de forma individual. Poner a la imagen un título consensuado.

Para pensar

¿Qué metodología se podría aplicar para enseñar el leguaje de imágenes en educación primaria?

Para profundizar

Aparici, R. y García Matilla, A. (2008). Lectura de imágenes en la era digital. Ediciones de la Torre.

viernes, 11 de noviembre de 2022

Comunicación visual y lenguaje de imágenes

La comunicación visual es una interacción entre organismos que produce intercambio de información, usando recursos representativos visuales. En el ser humano, este tipo de comunicación favorece, sobre todo, la intersubjetividad de sentimientos (emociones estables), asociados a conocimientos y comportamientos. Dentro de la comunicación visual se categorizan distintitos tipos de lenguajes: el lenguaje escrito, el lenguaje de sordos, el lenguaje de circulación, el lenguaje autista, el lenguaje de la danza y el lenguaje de imágenes. Sin embargo, todos estos lenguajes son sistemas comunicativos totalmente diferentes, aunque un lenguaje determinado se puede usar para apoyar el mensaje, representado con otro lenguaje.

Prestando atención al lenguaje imágenes, este se define como un sistema de comunicación, para el procesamiento de la información cuya unidad de significación es la imagen. Las imágenes son estímulos (fotos, videos, pintura, carteles, tatuajes….) compuestos por signos y símbolos que se perciben a través de la vista. Estos símbolos y signos, se combinan según reglas convencionales, a fin de comunicar un significado, es decir, el mensaje o información que representa la imagen están referido a un significante real o conceptual.

Las imágenes se diseñan, elaboran y difunden por medio de soportes y canales muy variados (papel, lienzos, cuerpo humano, ordenador, móvil, paredes…). Estas producen sensaciones psicofísicas que adquieren significado en el cerebro humano, activando procesos, operaciones y/o facultades mentales de carácter cognitivo, metacognitivo, social y motivacional. Estas operaciones son la percepción, el análisis, la atención, la decodificación, la memoria, la integración, la clasificación, la imaginación, la interpretación, la identificación, la emoción, la generalización, la transferencia, el control y autorregulación…. Todos los procesos humanos mencionados, se realizan de forma simultánea y de un modo consciente o inconsciente.

La operación mental más evidente que activa una imagen es la emoción, que siempre está asociada a ideas, o conocimientos, y comportamientos; basados en la experiencia, personal, cultural y/o social del sujeto. Pero ¿cómo funciona del cerebro humano frente a la imagen, para asignar a las sensaciones que produce significados emocionales?

En primer lugar, la mente humana discrimina las sensaciones psicofísicas que causa la imagen. Es decir, se pone en juego el proceso de la percepción, por el cual el sujeto identifica los diferentes elementos de la imagen y sus relaciones; en combinación con otros procesos u operaciones mentales, tales como los que siguen:

1.- Análisis: esta operación mental dirige la mirada y se detiene en determinados elementos de la imagen, ignorando otros. El número de elementos que se captan en un instante es la dimensión máxima de atención de cada sujeto. Esta dimensión máxima de atención varía dependiendo de diferentes factores como, entrenamiento en la decodificación de imágenes, la atención a la imagen, experiencias socioculturales que rememora la imagen….

2.- Integración: con esta operación la mente crea totalidades uniendo los elementos de la imagen según criterios de simetría, regularidad, continuidad, repetición, semejanza, analogía, asociación... La integración de los diferentes elementos captados en la dimensión máxima de atención evoca contextos, formas completas, paisajes, escenarios…

3.- Imaginación: por esta operación el individuo puede identificar algo que no se corresponde con lo representado en la imagen, y esto puede ocurrir, incluso, en situaciones de contraste social, ya que muchas personas pueden percibir, ilusoriamente, de forma simultánea. Las variables que determinan una percepción ilusoria pueden ser: atención dispersa, desconocimiento de reglas de decodificación del lenguaje de imágenes, falta de información sobre las intenciones del creador de la imagen, prejuicios o estereotipos ideológicos…

Con la percepción, el sujeto identifica los significantes de los elementos y de las totalidades, significados en la imagen, según códigos convencionales. Estos significantes pueden ser reales o conceptuales. La percepción de la imagen conduce a su interpretación, es decir, a lo percibido se le asigna un significado emocional, asociado a conocimientos y comportamientos (esto es un valor o un antivalor). La interpretación de una imagen puede ser muy variada, dependiendo de las diferentes facultades mentales y experiencias socioculturales que pone en juego el sujeto. Básicamente, se diferencia los siguientes modos de interpretar la imagen:

1.- Interpretación de proyección: lo percibido en la imagen producen emociones ligadas a fantasías, deseos y/o frustraciones propias del sujeto que observa la imagen. Son, por lo tanto, emociones que distorsionan los conocimientos sobre la realidad y refuerzan comportamientos inadaptados. Este tipo de interpretación afianza los propios antivalores.

2.- Interpretación subliminar: la percepción de la imagen genera emociones ligadas a estereotipos y prejuicios ideológicos del sujeto que observa la imagen. Estas emociones se asocian a conocimientos que falsean la realidad y comportamientos tendenciosos o segregadores. Este tipo de interpretación reproduce antivalores sociales.

3.- Interpretación de identificación: la percepción de la imagen conexiona emocionalmente con aquello que el sujeto valora. Este tipo de emociones están asociados a conocimientos reales propios y comportamientos constructivos asumidos. Este tipo de interpretación afianza valores propios.

4.- Interpretación crítica: la percepción de la imagen activa, en primer lugar la autorregulación y el control emocional, centrando el esfuerzo en la decodificación completa y profunda a nivel denotativo (identificación de los elementos de la imagen y descripción de sus significados en relación con los significante) y a nivel connotativo (valoración de los significados). Este tipo de interpretación distancia al sujeto que observa de sus propios deseos, fantasías y frustraciones, y permite discernir estereotipos y prejuicios contenidos en la imagen; a la vez, afianza valores propios y/o descubre nuevos valores.

El conocimiento del lenguaje de imágenes, o alfabetización visual es esencial para realizar una adecuada percepción de la imagen que conduzca a una interpretación crítica de las mismas. Este tipo de interpretación tiende a la estabilización de las emociones positivas, reforzando, o captando, sentimientos, también positivos. Sentimientos positivos son aquellos que están asociados a conocimientos reales de las personas, los seres vivos, los objetos y el mundo; e impulsan a comportamientos personales y sociales constructivos. En definitiva, la interpretación crítica visual crea valores (aquello que desarrolla a la persona), y esta no es posible si no se hace consciente como funciona el lenguaje de imágenes, mediante un método de enseñanza.

Para pensar

¿Qué diferencias existen entre el lenguaje escrito y el lenguaje de imágenes, puestos que ambos son sistemas comunicativos visuales? ¿Se podría enseñar de forma simultánea ambos lenguajes?

Para profundizar
Munari, B. (2016). Diseño y comunicación visual : contribución a una metodología didáctica. Gustavo Gili

miércoles, 15 de diciembre de 2021

Enfoque Didáctico Inclusivo-Intercultural

En el marco de la epistemología actual el conocimiento científico emerge generando estructuras de interacción con criterios de evaluación, condicionados por la necesidad de su aplicación, para la resolución de problemas inmediatos. Se borran, pues los límites entre el puro conocimiento y la investigación aplicada. Superada la polémica entre ciencias explicativas y tecnológicas, el concepto de ciencia aplicada gana vigencia. La ciencia aplicada ofrece una visión ecológica del contexto donde se construye el saber científico, evaluando y resolviendo problemas reales de progreso humano sostenible, a nivel global. Problemas que se enfocan, en cualquier disciplina, con la lente de la complejidad por lo que demandan un tratamiento multidisciplinar.

Este es, sin duda, el nuevo rango epistemológico de la Didáctica que se sitúa en la perspectivas de la inclusión-intercultural, o acción planificada para promover el aprendizaje, mediante el intercambio humano en igualdad, a fin de lograr la participación de todos en la sociedad. Dicho de otro modo, en el Siglo XXI, la Didáctica se perfila como una ciencia aplicada que ofrece soluciones inclusivas-interculturales a los problemas actuales. Esto es así, porque la Didáctica, desde una visión compresiva del contexto socio-cultural y físico que envuelve las situaciones planificadas de aprendizaje humano, orienta ese aprendizaje para resolver problemas tanto personales como sociales. Esta visión aporta una posición crítica y relevante al progreso sostenible de la sociedad actual, destacando la necesidad de incluir todas las circunstancias físicas, psicológicas y culturales del ser humano en dicho progreso. La Didáctica inclusiva-intercultural recuerda que sostenibilidad no solo tiene un significante económico-ecológico, sobre todo, la sostenibilidad es respeto y cuidado por la diversidad y desarrollo humano.

Por lo tanto, la Didáctica, hoy, pretende ocupar una posición en la epistemología científica confrontándose con el siguiente interrogante: ¿Qué rol juegan los modelos didácticos inclusivos-interculturales en la resolución de problemas para el progreso sostenible?

La atribución de un rol en la nueva epistemología científica exige delimitar un contexto espacio-temporal-intencional específico donde se pueda proyectar, en base a un método de investigación, una respuesta real a los problemas detectados a nivel internacional. En este sentido, el contexto de los modelos didácticos inclusivos-interculturales se delimita con el concepto de “enseñanza inclusiva-intercultural”, es decir: procesos comunicativos humanos que promueven, de un modo intencionado y consciente (planificado), el aprendizaje de conceptos, procedimientos y sentimientos (o emociones estables) para la participación social y el desarrollo de todas las personas. La participación y el desarrollo personal es lo que posibilita la resolución conjunta de los problemas de desarrollo sostenible que atenazan la humanidad.

Pero para crear situaciones comunicativas que guíen el aprendizaje de conceptos, procedimientos y sentimientos de participación y desarrollo, no basta la intención, es necesario someterse a ciertas convenciones. Es decir, los conceptos, procedimientos y sentimientos se vehiculan con lenguajes verbales diferentes, en interacción con otros lenguajes audio-visuales, que demandan el uso de tecnologías digitales. Esto implica que el uso de canales y sistemas comunicativos diversos, en combinación con los lenguajes verbales es la competencia cultural básica, para crear situaciones comunicativas, que permiten alcanzar soluciones sostenibles

En definitiva, el rol epistemológico de los modelos didácticos inclusivos-interculturales es generar conocimiento sobre el diseño, la aplicación, evaluación y mejora de sistemas de comunicación humana, con fines explícitos de aprendizajes, los cuales posibilitan soluciones sostenibles a los problemas globales. Dichos modelos, necesariamente, deben incluir variedad de lenguajes y tecnologías digitales. Son, por lo tanto, modelos que solucionan los problemas que están en la base de todos los problemas de progreso humano, esto es, los problemas de comunicación humana, para alcanzar logros compartidos.

Además, las soluciones didácticas inclusivas-interculturales se validan aplicando el método de la reflexividad, que tiene como objetivo reforzar el conocimiento mediante el contraste y la discusión; y en el que investigadores y analistas multidisciplinares trabajan conjuntamente, aplicando diversidad de técnicas, procedimientos y estrategias.

Por todo lo dicho, las soluciones didácticas inclusiva-intercultural a los problemas inmediatos, siempre es un modelo de acción contextualizado que crea estructuras de relación comunicativa multilingües y multimodales. Estas estructuras, a su vez, propician el crecimiento personal íntegro, activando y evaluando, simultáneamente, diversidad de procesos físicos, cognitivos, lingüísticos, metacognitivos, socioculturales y motivacionales; para que cada persona pueda participar en la configuración de soluciones interconectadas, globales, y de mejora social sostenible a dichos problemas.

Un modelo de acción contextualizado, que crea estructuras de relación comunicativa multilingües y multimodales, es aquel que aplica la comunicación verbal escrita en diversidad de lenguas, vehiculadas con las tecnologías digitales. Sin duda, la escritura multilingüe en el uso digital es una habilidad cultural necesaria para la relación inclusiva-intercultural. Es también, una competencia cultural que activa, sobre todo, procesos de razonamiento personal y de reflexión colectiva bases de un acrítica constructiva. Es, de hecho, el modo de divulgación del conocimiento científico en cualquier disciplina, que como ya se ha comentado, hoy, siempre se orienta a la solución sostenible de problemas globales.

En definitiva la enseñanza de la comunicación verbal escrita en contextos digitales, es objeto primordial de la Didáctica en perspectiva inclusiva-intercultural.

Para pensar
¿A qué tipo de problemas da respuesta La Didáctica en la perspectiva inclusiva-intercultural? ¿Qué tipo de soluciones propone?

Para profundizar

Ballester, L., & Colom, A. J. (2011).
Epistemología de las Ciencias Sociales y de la Educación. Tirant lo blanch.

miércoles, 20 de enero de 2021

Enseñanza Personalizada: Individualización y Socialización


La enseñanza personalizada es un movimiento pedagógico que promueve la atención a las diferencias individuales en el trabajo colaborativo. Para ello crea ambientes de aprendizaje adaptados a la diversidad de estilos, culturas y rasgos físicos de los estudiantes. A su vez, fomenta la necesidad tanto de compartir bienes, conocimientos, habilidades o capacidades y sentimientos como de cooperar para alcanzar nuevos aprendizajes. 
 
La enseñanza personalizada diseña procesos específicos de interacción y comunicación entre docentes-discentes, y otros agentes sociales; que constituyen la base de las metodologías didácticas individualizadas y socializadas. Estas metodologías se fundamentan en los modelos teóricos cognitivista y constructivistas.

Por lo tanto, diseñar e implementar una enseñanza personalizada exige la reflexión del docente sobre sus propias prácticas didácticas con la actitud de innovar su docencia, adquiriendo nuevos hábitos y destrezas. Para ello necesitará conocer y aplicar experiencias que estimulen la indagación y descubrimiento en el discente, es decir, encaminadas a la construcción de aprendizaje significativo, haciendo uso de todos los conocimientos previamente adquiridos. Además, estas experiencias deberán promover el esfuerzo individual y la relación social constructiva.

En definitiva, los principios pedagógicos de la Enseñanza Personalizada (esto es, los valores que se pretenden mostrar para ser captados por los estudiantes, contribuyendo así a su desarrollo integral y/o profesional) son los siguientes: 

Individualización. Este principio hace referencia a la creación de un contexto ético que muestre y capte las diferencias positivas de todos los estudiantes, implicados en el proceso didáctico. Para ello se adaptan los objetivos, contenidos, actividades didácticas y criterios de evaluación (comportamientos y conocimientos) a dichas diferencias, generando sentimientos de complementariedad (se aprende lo mismo de forma diferente y se fomenta la ayuda mutua). 

Constructivismo. Este principio hace referencia a la creación de un contexto ético que ofrece al estudiante la oportunidad de construir conceptos o conocimientos de un modo compartido, aplicando y desarrollando estrategias y operaciones mentales propias, generando así sentimientos de autoestima y empatía. 

Autonomía. Este principio hace referencia al contexto ético que fomenta el conocimiento de las propias capacidades para poder realizar tareas didácticas, que conducen a la consecución de los objetivos académicos, por sí mismo y cooperando con otros. De este modo se genera, además, sentimientos de esfuerzo, colaboración y satisfacción por el aprendizaje alcanzado. 

Descubrimiento. Este principio hace referencia al contexto ético que promueve el conocimiento de las propias experiencias e intereses para elegir los contenidos y las tareas que conducen al conocimiento del otro y del mundo, por sí mismo. Igualmente, se genera sentimientos de creatividad, esfuerzo y satisfacción en el aprendizaje realizado

Significación. Este principio hace referencia al contexto ético que se crea cuando los discentes se enfrentan a los conceptos de las disciplinas académicas, realizando operaciones cognitivas que interconectan con los conceptos ya adquiridos, generando sentimientos de novedad y cambio por reestructuración mental.

Cooperación. Este principio hace referencia al contexto ético, fundamentado en el conocimiento de las capacidades del otro para realizar las tareas didácticas que permiten alcanzar objetivos compartidos, generando sentimientos de empatía, ayuda mutua y amistad en el aprendizaje realizado. 

Es importante señalar que toda programación para una enseñanza personalizada, se tiene que ajustar a las siguientes condiciones:

A) Debe ser flexible, es decir, lo planificado se puede adaptar a las circunstancias de la implementación. Por otra parte, puesto que se programa para que el estudiante aprenda por sí solo, los objetivos, actividades y criterios de evaluación deben ser aplicables e interesantes para los logros académicos, y la expresión de todo ello clara. Finalmente, la información que necesita manejar el estudiante tiene que estar explícita y presentarse en progresión de dificultad.

B) Debe incluir actividades individuales, técnicas de trabajo intelectual, técnicas de investigación y/o evaluación y actividades en grupo.

C) Debe fomentar actitudes de indagación, responsabilidad, técnicas de expresión creativa y desarrollo de destrezas, hábitos, habilidades, procesos, operaciones, competencias… 

Los principios pedagógicos y características descritas se aplican, diseñando e implementando métodos personalizados (también llamados autónomos, por descubrimiento y cooperativos) como las Guías de Trabajo Autónomo, los Contratos Didácticos, Trabajo Colaborativo, Trabajo por Proyectos….que en líneas generales siguen las siguientes fases:

Fase I: Diseño de las Guías Didácticas y preparación de los recursos para el trabajo personalizado, por parte del profesor. 
Fase II: Presentación del material didáctico al estudiante, ofreciendo orientaciones básicas para su seguimiento, por parte del profesor.
Fase III: Ejecución de tareas autónomas y cooperativas, por parte del estudiante, siguiendo las orientaciones y recursos puestos a su disposición.
Fase IV: Evaluación del trabajo personalizado, por parte del estudiante, con instrumentos de análisis, propuestos por el profesor.
Fase V: Reflexión colectiva del docente y discentes, sobre el aprendizaje realizado, exponiendo logros y dificultades.

Si bien, en cada una de las Fases, descrita, el docente y el discente asumen responsabilidades diferentes, el nivel de implicación puede variar en función del método aplicado. Así pues en el Contrato Didáctico y en el Trabajo por Proyectos, el estudiante también asume protagonismo en la Fase I y en la Fase IV. Además, estas responsabilidades pueden variar, dependiendo del nivel académico. Por ejemplo, en el nivel de Educación Primaria, el profesor se implicaría más en la Fase IV que en el Nivel Universitario. 

Las propuestas de la didáctica actual, usando tecnología digitales, se fundamenta en este modelo de enseñanza, algunas de estas son cursos, proyectos y asignaturas diseñados en plataformas de formación o webs, como Moodle, Trello, WordPress... Ejemplos de cursos son: Massive Online Open Course (MOOC) o Open Course Ware (OCW).

Para pensar
¿Cuál es la diferencia entre aprendizaje individual e individualizado? ¿Cuál es la diferencia entre cognitivismo y constructivismo?

Para profundizar
Fernández García, T., y Ponce de León Romero, L. (2019). El trabajo social individualizado : metodología de intervención . Alianza Editorial.

jueves, 17 de diciembre de 2020

Operaciones Básicas, Procedimientos y Método de Estudio Recreador

El sentido del estudio recreador es la elaboración de un producto intelectual. Para ello se activa un proceso de análisis y reflexión de la información, distinguiendo lo esencial de lo accesorio y, además, esa información se organiza según un orden lógico. 

En todo ese proceder el sujeto vierte su propia perspectiva, por lo que el estudio eficaz, siempre, conduce a la integración y reestructuración mental, así como, a su expresión coherente, utilizando lenguajes diversos. Para este fin último es necesario aprender una serie de operaciones y aplicar una serie de procedimientos, que se describen seguidamente:

Realizar síntesis. La operación de la síntesis consiste en interpretar las ideas, o conceptos, y sus relaciones, en función de las estructuras cognitivas propias donde han sido integrados, para desarrollarlos con el propio léxico y organizarlos según una lógica gramatical predefinida. Es decir, la síntesis actúa sobre la información integrada, reflexionándola y produciendo una elaboración propia de la misma. Todo esto supone el culmen de una serie de operaciones mentales - en los que se emplea mucho esfuerzo cognitivo y energía fisiológica –. Sintetizar es la operación mental más compleja que realiza el cerebro humano, por lo que requiere madurez anatómica y fisiológica, así como, entrenamiento adecuado, tanto en operaciones de análisis, selección, organización, contraste, comparación y crítica (valoración) como en destrezas verbales orales y/o escritas. La extensión de una síntesis puede ser muy variable, desde una frase o un párrafo, hasta un documento de 25 páginas o un libro de 300.

Crear un producto. El resultado del estudio recreador siempre permite reestructurar la mente con nuevos conocimientos que pueden ser expresados usando diferentes lenguajes, siendo el lenguaje verbal el medio privilegiado en los contextos académicos, o científicos y, especialmente, el lenguaje escrito. Por lo tanto, el estudio eficaz precisa del dominio de la expresión escrita. Para logar una expresión escrita de calidad es importante seguir los siguientes procedimientos: 

1. Planificar, o pensar: a) para qué se va a escribir (objetivos), b) sobre qué se va a escribir (tema), c) quién lo va a leer (audiencia) y c) que recursos son necesarios para lograr finalizar el escrito, a fin de proveerse de ellos.

2. Seleccionar el tipo de texto (género académico) que se escribe en función de los objetivos, como: monografías, ensayos argumentativos, informes, descripciones de experiencias o procedimientos, proyectos, planificaciones didácticas, artículos de investigación… Cada género académico se identifica por su estructura que se refiere al modo de organiza el contenido, por ejemplo, en el caso de una monografía, las partes que la integran son las siguiente: i) Introducción (presentación de la ideas que se va a desarrollar); ii) Desarrollo (exposición de las ideas de un modo secuenciado y encadenado (orden y coherencia), estableciendo capítulos, apartados y sub-apartados (dependiendo de la extensión); iii) Conclusión (síntesis de las ideas redactadas y aplicación o proyección de las mismas); y iv) Referencias bibliográficas de las citas contenidas en el texto y según criterios tipificados.

3.- Desarrollar un borrador, reflejando lo planificado y la estructura del texto. En esta primera transcripción de lo pensado a su expresión escrita se deberá cuidar la sucesión de las ideas en frases y párrafos y su coherencia, uniéndolas con nexos. El aspecto formal del texto debe ser armonioso con el contenido, para promover la fluidez y comprensión en el lector.

4.- Escribir el texto definitivo, prestando especial atención a los aspectos gramaticales: ortografía correcta, léxico variado, puntuación adecuada; así como, a los formales: tipo de letra, título y subtítulos, márgenes, interlineado, imágenes, gráficos o tablas… que faciliten la lectura eficaz.

5.- Revisar el texto escrito, comprobando que el producto logra, en forma y contenido, los objetivos planteados en la planificación del mismo. Esta revisión debe hacerla el propio autor del texto pero, además, pedir ayuda a otra persona para la revisión permite mejorar la expresión de las ideas. 

En definitiva el estudio eficaz, o estudio recreado, es un trabajo intelectual que utiliza estrategias, habilidades, técnicas, operaciones y procedimientos para lograr unos objetivos académicos y/o científicos concretos, aplicando un método (modo de actuar ordenado y constante). En líneas generales, a la hora de diseñar un método de estudio se recomienda: 
Fase I. Recopilar información de diversas fuentes para el logro del objetivo propuesto con el estudio. 
Fase II. Leer los documentos haciendo notaciones al margen y/o subrayando las ideas relevantes. 
Fase III. Escribir un resumen con la información esencial.  
Fase IV. Hacer esquemas, tablas, diagramas que representen visualmente las ideas seleccionadas en conceptos. 
Fase IV. Repasar y repetir los conceptos claves. 
Fase V. Escribir una síntesis a partir de los conceptos asimilados. 

El método de estudio debe ser personal y, además, debe variar en función de los objetivos, es decir, la atención, intensidad y extensión que se le prestará a las diferentes actuaciones será diferentes si el objetivo es, bien llevar a cabo una investigación, o bien, preparar una prueba de evaluación de una asignatura. 

Para pensar
¿Cuál es tu método de estudio? ¿Cómo la calidad de la escritura hace mas eficaz el estudio?

Para profundizar
Arroyo, R. y  Fernández-Lancho (2023). Escritura científica multilingüe para la sostenibilidad. Eficacia de un sistema didáctico-digital. Comares.

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Habilidad Básica y Técnicas de Estudio Recreador

Creadas las condiciones actitudinales, espaciales y temporales para el estudio eficaz con el diseño de un Plan de Trabajo Semanal, el domino de la lectura pasa a ser la habilidad esencial requerida, por lo tanto es necesario conocer y aplicar estrategias de evaluación lectora que orienten su mejora. Para ello es importante señalar los factores que determinan la eficacia de la lectura en el estudio recreador, esto es, la velocidad o fliudez lectora y la comprensión lectora.

En relación a la velocidad, durante la lectura el ojo avanza a pequeños a saltos sobre las líneas, reaizando breves detecciones, por consiguiente el domino de la habilidad lectora implica progresar sobre el texto parando la mirada en unidades gráficas  que permiten captar el significado. A este modo de leer se llama `fluidez lectora´ y supone que se lee imprimiendo una  determinada secuencia de movimento-pausa al ojo para extraer información esencial del texto. Esto es así porque en realidad leer con fluidez es realizar hipótesis, predicciones e inferencias en base a indicios gramaticales detectados en las pausas, y comprobar dichas anticipaciones uniendo conceptos e ideas. Así se van formando unidades amplias y coherentes de sentido sobre lo leído. Todo esto en décimas de segundo, en una progresión temporal ordenada (rítmica).

Por todo lo expuesto, el aprendizaje de la fluidez lectora es permanente y esta debe adaptarse a los objetivos de la lectura y a las características del texto. Así pues, si el objetivo lector es buscar información específica sobre un tema en un documento, el progreso lector se hace por capítulos, o apartados, y la detención se establece en aquellas secciones de textos que tienen que ver con el tema sobre el que se indaga. Localizado un capítulo, o apartado, que interesa, entonces los saltos son menores y en las pausas se reconocen la información contenida en los párrafos. Por otra parte, tanto las características formales del texto (imágenes, tipo de letra, márgenes, interlineado….) como las gramaticales (estructura, léxico…), también, determinan la fluidez lectora para logra la comprensión necesaria.

Con respecto a la compresión lectora, como se ha comprobado en el párrafo anterior, esta va unida a la fluidez lectora. Más concretamente, leer para el estudio es ser capaz de identificar de forma inmediata las ideas de un texto y cómo se estructuran. En definitiva, el dominio de la lectura para el estudio recreador exige un equilibrio entre fluidez y comprensión. Ese equilibrio se llama `coeficiente de eficacia´ y se calcula dividiendo por 100 la fluidez lectora (medida en número de palabra leídas por minuto) y la comprensión lectora (medida en número de preguntas contestadas correctamente sobre las ideas expresadas en el texto y traducido en tanto por ciento). Es decir CE = V x C/100, siendo CE, el coeficiente de eficacia; V la fluidez y C la comprensión. Así pues, un coeficiente de eficacia lectora recomendable para el estudio recreador sería de 210, siempre que la fluidez fuese de 300 palabras por minuto y la comprensión de un 70%. 

En definitiva evaluar la propia habilidad lectora para mejorar el estudio exige identificar el propio coeficiente de eficacia lectora y mejorarlo, aplicando las siguientes estrategias:

1.- Seleccionar textos de calidad formal (homogeneidad y armonía) y estructural (ideas bien organizadas según el género académico, eso es monografías, ensayos argumentativos, informes de investigación…), y cuya información sea útil para el estudio de la disciplina que interesa.
2.- Avanzar en la lectura sobre un texto, en silencio, tratando de identificar información a partir de una mirada amplia, evitando, tanto la subvocalización (pronunciación mental de cada palabra) como las regresiones.
3.- Con un cronómetro controlar el tiempo que se ha estado leyendo y contar las palabras leídas.
4.- Contestar 10 preguntas de comprensión lectora, elaboradas previamente por otra persona y calcular el tanto por ciento de aciertos.
5.- Mejorar la fluidez lectora, aunque se tenga que reducir el nivel de comprensión, siempre que este último no baje del 70%, para ello se establecerá un control semanal del coeficiente de eficacia lectora, hasta lograr 300 palabras por minuto, de media. 

Más allá del dominio de la habilidad lectora, el estudio eficaz supone, además, la aplicación las siguientes técnicas:

1.- Tomar apuntes durante una exposición oral. Esta técnica consiste en registrar la información expresada en una lección magistral, expositiva o conferencia, destacando: a) los puntos esenciales, b) el orden de las ideas expresadas, c) la conexión entre las ideas, y estas con los datos; y d) las conclusiones. Esta técnica requiere entrenamiento y condiciones específicas. Con respecto al entrenamiento sería conveniente tomar apuntes, siempre que se asista a una exposición presencial o virtual relacionada con un ámbito de conocimiento que se está estudiando. Este modo de operar ayuda a la memoria en la fijación de los aprendizajes. Con respecto a las condiciones necesarias para tomar apuntes de forma eficiente, estas son: a) leer previamente sobre el tema de la exposición, b) concentrarse en el orador con una actitud empática, c) anotar las ideas esenciales y las relaciones, d) diferenciar entre hechos y opiniones; datos y juicios de valor, e) formular preguntas sobre lo que no se comprenda o no se esté de acuerdo de un modo argumentado; y f) revisar los apuntes tomados, creando un documento que exprese las ideas con orden y coherencia, comparándolas con las de un compañero.

2.- Subrayado durante el proceso de lectura. Esta técnica consiste en destacar las secciones de texto donde se expresan ideas relevantes. Para subrayar correctamente se recomienda: a) leer de un modo eficaz el documento completo, haciendo pequeñas señales en los márgenes donde se identifiquen ideas significativas; b) volver a leerlo y señalar las frases breves, o palabras, que expresan las ideas identificadas anteriormente, utilizando un solo color  (llenar un documento de colorines ni estimula ni ayuda a la mente, solo sirve para entretenerse, pasando el rato).

3.- Resumen del documento leído y subrayado. Esta técnica consiste en reducir el texto, respetando las ideas esenciales y utilizando las palabras y frases textuales del autor. En un resumen eficaz, además, se reorganizan las ideas identificadas según el criterio lógico, aplicado por el estudiante. Es decir, en un resumen se pueden agrupar en un mismo párrafo aquellas frases que desarrollan la misma idea y que en el texto pueden aparecer dispersas en el apartado o, incluso, en apartados diferentes. Además, en un buen resumen nunca se repiten las ideas, aunque si se repitan en el texto leído.

4.- Representación gráfica (esquema, red conceptual, mapa conceptual y diagrama de flujo). Esta técnica consiste en disponer, visualmente, las ideas esenciales y sus relaciones. Es una técnica que permite profundizar en la comprensión del texto, facilitando el recuerdo y la expresión de los aprendizajes. Las diferentes presentaciones de esta técnica reciben su nombre del modo en que se disponen en el espacio las ideas y del tipo de relaciones que se muestran. Así pues, un esquema es una presentación vertical y jerárquica de ideas, utilizando viñetas y palabras claves o frases muy breves. Una red dispone los conceptos, mostrando relaciones horizontales y verticales que se representan con flechas. Un mapa conceptual, además de relaciones horizontales y verticales entre conceptos añade otro tipo de relaciones de carácter circular. Por último, el diagrama de flujo presenta las acciones de un procedimiento, mostrando vías alternativas, es decir, si se cumple determinadas condiciones se sigue unos pasos explicitados, si no, se siguen otros diferentes.

5.- Técnicas de Memorización. Estas técnicas apoyan la memoria semántica, siendo esta la operación mental que permite estructurar la mente de un modo permanente con la nueva información. La memoria es una operación metal esencial para la integración cognitiva, base del desarrollo humano y más concretamente del intelecto. Así pues, conviene ser selectivo en aquello para lo que aplica el esfuerzo de la memorización y, de hecho, todas las técnicas descritas están enfocadas a seleccionar un resto de información que es la que interesa, la que realmente produce nuevas conexiones mentales. Esa, pues, será la información que conviene fijar en la nuevas redes mentales creadas, aplicando técnicas como: a) uso de acrónimo (siglas que coinciden con las iniciales de los conceptos a recordar) y acrósticos (palabras cuyas letras coinciden las iniciales de los conceptos a recordar, b) repetición oral o escrita de conceptos, c) repaso de conceptos; d) usar estimulo visuales como imágenes dibujos…para evocar los conceptos.

En definitiva, estudiar supone seleccionar las ideas más interesantes (de distintas fuentes escritas u orales) en función de los objetivos marcados e interpretarlas, conectándolas con los propios conocimientos, para finalmente, retenerlas y, posteriormente, elaborar un producto, recreándolas. 

Para pensar

¿Qué se entiende por calidad formal de un texto y cómo puede afectar al coeficiente de eficacia lectora? ¿Qué otras técnicas, o estrategias, de memorización aplicarías para retener la información esencial?

Para profundizar
Alcas, N., Alarcón, M., Alarcón, H., Gonzáles, R., & Rodríguez, A. (2019). Estrategias metacognitivas y comprensión lectora en estudiantes universitarios. Apuntes Universitarios, 9(1). doi:https://doi.org/10.17162/au.v1i1.348

martes, 8 de diciembre de 2020

El Estudio Eficaz o Estudio Recreador

El estudio eficaz se pueden conceptualizar como sinónimos de competencia para aplicar estrategias de aprendizaje, es decir, el estudio eficaz implica aplicar metodología de trabajo autónomo, para promover la indagación y el descubrimiento en diferentes áreas de conocimiento académico, o científico. Además, el estudio eficaz exige procesamiento de la información cuyo aprendizaje activa operaciones mentales para la resolución de problemas, como atención, concentración, comprensión, análisis, reflexión, integración, clasificación, organización, comparación, contrastación, coherencia, selección, síntesis, memoria, crítica, elaboración, creación… Por otra parte, el estudio es un factor asociado al éxito escolar y académico, base de la empleabilidad, emprendimiento y participación en los diferentes ámbitos sociales y culturales. Por todas las razones expuestas se evidencia la necesidad de desplegar hábitos de estudio, adecuados para promocionar el aprendizaje en cualquier nivel educativo.

Antes de profundizar en las actuaciones específicas que determinan el estudio eficaz es importante contestar el siguiente interrogante: ¿qué es el estudio eficaz? Este (también llamado estudio académico) es un método individualizado y autónomo para el domino (comprensión y adquisición) del bagaje cultural (contenidos y procedimientos) en las diferentes disciplinas científicas, o académicas, ejercitando operaciones, tanto cognitivas como comportamentales que conexionan con la realidad natural y social-cultural, para su mejora. Por lo tanto, el estudio eficaz es un proceso ordenado y secuenciado que, poniendo en juego recursos necesarios logra metas útiles con una proyección optimizante, personal y social.

Definido el estudio académico como un proceso, esencialmente intelectual, cada persona lo asume de forma diferente. Es la actitud del estudiante lo que determina el tipo de estudio que activa y, en consecuencia, el nivel de profundidad en la comprensión y adquisición de las disciplinas académicas a las que se enfrenta. Así pues, el estudio puede ser `incidental´, es decir, el objetivo del estudiante cuando aplica su método es obtener una calificación suficiente, por lo tanto las estrategias que despliega son recopilación de documentos y lectura de los mismos. Otro tipo de estudio es el `reproductivo´, en este caso el objetivo es el mismo que en el estudio incidental, pero el estudiante está interesado por obtener puntuaciones altas, así pues, la estrategia básica desarrollada (además de las anteriores) es la evocación (imitación o reproducción de lo que el profesor ofrece). Por último, el estudio `recreador´ tiene como objetivo el gusto por la indagación y el descubrimiento, para lo que se necesita aplicar estrategias, habilidades, técnicas y procedimientos específicos, a fin de lograr retos intelectuales. Este tipo de estudio es el que se denomina, también, `estudio eficaz´, porque siempre produce una mejora en el estudiante y sobre el entorno, con independencia de que sus logros se reflejen en las calificaciones que otorga el profesor.

Si uno de los objetivos del la enseñanza (en cualquier nivel educativo y en cualquier área de conocimiento) es la indagación y el descubrimiento, aplicando estrategias autónomas de aprendizaje (aprender a aprender); es evidente que el estudio recreador debe ser una competencia profesional básica del docente, tanto para garantizar su propia formación permanente como para enseñar las estrategias, habilidades, técnicas y procedimientos que conducen a ese tipo de estudio.

En el proceso de enseñanza de un método para el estudio eficaz, en primer lugar, es necesario diseñar y aplicar estrategias que permitan al sujeto identificar el tipo de estudio que el mismo aplica. Es decir, mediante cuestionarios o entrevistas se debe ayudar al estudiante a realizar un autoanálisis sobre los objetivos que le mueven a estudiar y las actitudes que subyacen cuando se enfrenta a esta tarea. Por otra parte, aplicado guías de outobservación el sujeto puede comprobar que estrategias aplica para lograr sus objetivos, despertando el interés por nuevos objetivos. Estas actuaciones previas deben conducir a crear en el discente la necesidad de aprender diferentes modos de estudio.

Partiendo de la nueva disposición actitudinal hacia objetivos recreadores, en la aplicación de un método de estudio será necesario enseñar las estrategias, habilidades, técnicas y procedimientos de estudio eficaz; todo ello con la finalidad de capacitar al estudiante para diseñar un método de estudio propio. Seguidamente, se describen las actuaciones que determinan el estudio eficaz, o recreador.

Una estrategia que crea condiciones actitudinales, espaciales y temporales, básicas, para el estudio eficaz es pensar un plan de actividades propio. El estudio recreador exige una actitud intelectual de curiosidad y búsqueda constante, sistemática y organizada; que pone en juego todas las capacidades mentales del sujeto y, por tanto, esta opción intelectual afecta a todas las dimensiones vitales de la persona. Para responder a esa exigencia, el discente deberá diseñar y aplicar la estrategia llamada: `Plan de Trabajo Semanal´. Este debe incluir todos los tiempos y las actividades que integran la existencia del sujeto; esto es, alimentación, higiene, horarios escolares o académicos, actividades recreativa y deporte, descanso... siendo la actividad central `el estudio´.

A fin de favorecer el estudio será necesario incluir en el Plan de Trabajo Semanal todo aquello que potencia dicha actividad mental. Así pues, la alimentación debe ser saludable, el ocio constructivo, no puede faltar el ejercicio físico, ni el descanso necesario…. Igualmente, la selección de los tiempos y espacios dedicados a estudiar deben facilitar la concentración en la realización de las tareas cognitivas, ya mencionadas. Con respecto a los tiempos será, siempre, más provechoso estudiar durante cortos periodos de tiempo (una media de tres horas, en caso de adultos; en adolescentes y niños habría que reducir los periodos) con descansos y, además, esos tiempo deben ser constantes, es decir se deben repetir cada día. En relación a los espacios donde se estudia es fundamental la ventilación, la iluminación y disponer de los recursos necesarios. Además, la decoración y mobiliario se recomienda su selección según criterios de funcionalidad y gusto personal, haciendo acogedor el lugar de trabajo intelectual. El cerebro necesita oxígeno, la vista luz, las manos instrumentos adecuados para generar productos de calidad; y la mente, armonía, externa e interna, para activar la creatividad.

En definitiva, entregarse al estudio recreador supone reflexionar sobre las prioridades personales, a fin de seleccionar aquellas actividades que promueven el propio desarrollo físico-cognitivo-social y asegurar su realización, organizando tiempos y espacios. Estudiar es un auto-compromiso de crecimiento humano, por lo tanto, se planifica todas la actividades existenciales para facilitar el autocontrol diario de la vida de un modo real, adaptado a las propias circunstancias y equilibrando los intereses, así pues, toda planificación debe ser flexible en su implementación.

Para pensar 
¿Por qué no siempre los productos del estudio eficaz se reflejan en unas calificaciones altas? ¿Por qué el estudio recreador es una opción que afecta a todas las dimensiones vitales de la persona? ¿Cómo afecta?

Para profundizar 
Álvarez González, M. (1990). CHTE : cuestionario de hábitos y técnicas de estudio : propuesta de un programa de métodos de estudio. Tea.